Hoy quiero contarte lo que obtuve yo, cuando decidí tomar terapia con Ana. Por años tuve un dolor de espalda que me obligaba a usar una faja para poder terminar bien cada día, entonces una amiga me invitó a meditar con Ana y un día me preguntó por qué usaba esa faja, le conté mi historia y me dijo … "Yo puedo ayudarte a quitar tu dolor" y fui a terapia, dos sesiones y mágicamente mi dolor desapareció, de verdad y te lo cuento para que tú qué estás leyendo esto y tienes algo en tu vida que no te deja ser feliz o estar en paz te decidas a abrir tu corazón y mente para lograr realmente cambiar tu día a día

¡En las terapias con Ana hemos podido descubrir cómo antiguas alianzas familiares o en alguna vida anterior todavía pueden mover la energía en este tiempo, al verlas y hacerlas conscientes se disuelven, sigues con tu día a día sin cargas extras, más tranquila! ¡Muy recomendable!!!

Para mí trabajar con Ana ha sido un regalo, una NO casualidad. Sientes su compromiso máximo con tu sanación desde la primera sesión, y te adentras con ella tanto a la Verdad, que aunque duela, ella no te suelta de la mano acompañándote con mil recursos, lo que hace del proceso, un verdadero placer. Tiene la autoridad del sabio y la ternura de una mano amiga. ¡Un regalo!

“Es sentir, reconocer y aceptar nuestra propia historia sin juicios, desde otra mirada, la mirada del Yo adulto, abrazando y conteniendo al niño herido que todos llevamos dentro.”

En cada sesión con Ana, descubro más y más cosas por sanar. Me encanta darme ese espacio de ser, de fluir, de sentir, de mover y hacerme consciente. Ha sido una grata experiencia el sentirme acompañada por la intuición de Ana, mis guías, maestros y guardianes, siendo así ella un canal para escuchar y ver más allá de lo visible.

Comencé mi proceso de sanación con Ana Gabriela en noviembre del año pasado. Comenzamos con una terapia de numerología para que ubicara los acontecimientos más importantes de mi vida en septenios. Después me hice una limpia para cambiar la vibra que venía cargando y no fue fácil porque estuve un mes sintiéndome muy mal, pero la preparación para una terapia de recodificación que me ha permitido romper con karmas y creencias que tenía programadas. Gracias Ana por enseñarme el camino para crecer como ser humano. Te quiero